Miscelánea

¿Qué se comía en la época colonial?

Mientras que el 9 de julio de 1816, los diputados de las Provincias Unidas del Río de la Plata se reunían en San Miguel de Tucumán para declarar la independencia del gobierno español para las provincias de Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia; los criollos continuaban con su vida cotidiana en donde la comida tenía gran importancia.

La sopa de arroz y la de fideos, el matambre, el puchero, los guisos, las albóndigas, los estofados y los zapallitos rellenos eran algunos de los platos preferidos de ese entonces. El locro, las empanadas, un picadillo que se hacía con pasas de uvas complementan la lista.

Aunque la carbonada, es un plato muy relacionado con nuestra argentinidad, sus orígenes son belgas (donde se lo conocía como carbonnade al que se le incorporaba cebolla y cerveza).

En materia dulce, la natilla, el arroz con leche, la cuajada y la mazamorra eran los elegidos de la mayoría.

Para ese entonces, la unidad de venta mínima de carne era un cuarto de vaca, por lo tanto su consumo era mucho más alto que el de la actualidad. Además, el paladar criollo estaba acostumbrado a ingerir, a su vez, otro tipo de carnes como pescados (especialmente el sóbalo), perdices, gallinas, pavos, palomas e incluso iguanas.

La introducción del plato playo en los primeros años del siglo XIX significó la incorporación de los cubiertos en la mesa, generando profundos cambios en la comensalidad de la época.

Uno de los mitos que se construyeron alrededor del gaucho fue que su comida tradicional era el asado, lo cual resultaba imposible si se tenía en cuenta que las carnes que obtenía eran salvajes y completamente duras; de hecho para poder comerlas y no perder sus dientes en el camino, la tendrían que haber hervido mínimo un par de horas.

Mazamorra

  • 200 gramos de maíz blanco
  • 1 litro de leche
  • Agua c/n
  • 150 gramos de azúcar
  • 1 ramita de canela (opcional)
  • 1 cucharada de cáscara de limón

Poner el maíz blanco en remojo la noche anterior en abundante agua en la heladera. Al día siguiente desechar el agua y lavar bien el maíz.

En una olla colocarlo en una olla con agua y hervirlo durante 2 horas o hasta que el grano esté tierno.

Retirar el agua que haya quedado e incorporar la leche con la canela, el azúcar y la cáscara de limón. Dejar hervir lentamente 20 minutos para que quede bien cremosa revolviendo constantemente para que no se pegue.

Consumir tibia o fría.