Fundado en 1912 por el inmigrante español Manuel Rosendo Fernández, la Confitería La Ideal fue símbolo de tiempos mejores para nuestro país. Después de varios años de cierre y con una inversión millonaria, esta joya arquitectónica volvió a abrir sus puertas para el público general hace menos de un mes.
Después de más de cinco años de restauraciones y pandemia mediante, la Confitería Ideal finalmente abrió sus puertas al público general el día 16 de noviembre. Esta joya arquitectónica, fundada en 1912, está ubicada en Suipacha 384 y fue declarada como patrimonio histórico y Bar Notable. En 2015 un grupo gastronómico, del cual poco se sabe, adquirió este edificio y contrató al estudio Pereiro Cerrotti & Asociados para devolverlo a la vida. Este estudio fue responsable de renovar lugares emblemáticos como La Giralda, La Puerto Rico, el Museo del Jamón e incluso el Teatro Colón.
A comienzos del siglo XX fue un inmigrante español, Manuel Rosendo Fernández, quien realizó la inversión millonaria inicial para construir este establecimiento que, rápidamente, se convirtió en símbolo de progreso que estaba viviendo el país. Figuras como Marcelo Torcuato de Álvear, Hipólito Iriyogen y Arturo Frondizi; Jorge Luis Borges y Carlos Gardel, eran habitúes del lugar. Se cree que allí funcionó la primera fábrica de helados de la Ciudad; en los años 50 el segundo piso las mujeres celebraban sus despedidas de solteras y en la década del ’70 el primer piso se convirtió en un salón de milongas.
El piso fue modificado a mármol y toda la instalación eléctrica renovada para poder colocar 50 equipos de aire acondicionado que quedaron estratégicamente escondidos entre la boiserie y la cúpula. Los cambios incluyeron la restauración de 134 sillas y mandar a hacer 200 sillas nuevas de thonet de la época. Los vitrales fueron desarmados y restaurados y hasta tuvieron que traer más de 2000 lamparitas de China.
Antes de la gran reapertura, algunas personas pudieron disfrutar del espacio pagando una avant premier donde se servía té por las tardes o vermut. Allí se podía entrever qué es lo que se venía mientras se terminaban de dar los detalles finales a la restauración.
En la actualidad, la confitería abre sus puertas por la mañana bien temprano y tienen servicio de panadería, bombonería, sandwichería y restaurante. El salón puede recibir 350 comensales y Gustavo Nari es el chef ejecutivo y maestro pastelero de La Ideal. Para no quedarse atrás con los tiempos que corren, habilitaron una tienda online para comprar estas exquisiteces. La cocina tiene tres pisos y se hizo toda de cero y con tecnología de punta. Trabajan con materia prima de excelente calidad y el objetivo es hacer todos los productos in situ.
Es tal el compromiso por recuperar el antiguo brillo que los empleados que atienden están vestidos de la misma manera que en el momento de la apertura: los hombres con saco corto a la cadena con dos botones y las mujeres con uniforme y peineta.