Durante la primera mitad del 2019 el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) había comunicado que el consumo interno de yerba había alcanzado los 158.85 millones de kilos superando considerablemente los años anteriores. Sin embargo, en el primer mes completo de la cuarentena, en abril, se registró el mayor nivel de consumo de los últimos diez años durante ese período de tiempo, convirtiendo al mate en la bebida preferida para pasar los días de aislamiento social, preventivo y obligatorio; número que continúa creciendo y originando, a su vez, interesantes proyectos alrededor de una de las infusiones que une a la Cuenca del Río de la Plata.
Argentina es el mayor productor y exportador de yerba, dominando el 60% del mercado mundial con su cosecha manual en las provincias de Corrientes y Misiones. En la actualidad hay más de 200 marcas en el mercado y gracias a estas cifras, la yerba mate que se produce en nuestro país tiene su propia denominación de origen. Los comportamientos de los consumidores demuestran que se prefiere el envase de medio kilo, representando el 58,09% de las salidas de molinos al mercado interno. El 35,74% restante corresponde a los paquetes de un kilo, el 1,55% a los envases de dos y el 0,97% al cuarto kilo.
Las estadísticas demuestran que un argentino promedio consume, por año, 100 litros de mate, superando ampliamente al café y al té. En un 90% de los hogares argentinos se mantiene la tradición iniciada tiempo atrás.
Para asegurar un correcto lavado y asepsia de los utensilios, el INYM recomienda los siguientes recaudos:
- Raspar los residuos sólidos que pudiesen existir hasta que se diluyan en agua
- Enjuagar los implementos con agua potable
- Desinfectarlos sumergiendo en agua caliente (80°C) por un minuto o con lavandina (1 cucharada sopera cada 5 litros de agua) por 5 minutos.
- Secar al aire sin utilizar trapos que pudiesen estar contaminados