Aunque todos los años va cambiando la fecha exacta en la que se celebra al Cabernet Sauvignon, es desde el 2010 que el último jueves del mes de agosto, la tercera variedad más plantada en Argentina, tiene su día marcado en los calendarios de todos los amantes del vino.
Considerada como la mejor de las uvas tintas, el Cabernet Sauvignon es el más plantado y consumido en el mundo; parte de este prestigio se debe a los famosos vinos de Burdeos en Francia.
En nuestro país, según las estadísticas del año pasado, es el tercer varietal más plantado con casi 15 mil hectáreas representando el 6,8% total de la vida nacional y el 38% de la producción de este vino es destinado a la exportación.
El Cabernet Sauvignon proviene la cruza natural entre el Cabernet Franc y el Sauvignon Blanc; esta cepa, originaria de Burdeos ha sabido adaptarse a diversos territorios como España, Portugal, Italia, California, Chile, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia y obviamente en Argentina.
La celebración de esta variedad nace en Estados Unidos, más precisamente en California, como estrategia comercial para potenciar el consumo de, no sólo la variedad de uva más plantada en el mundo, sino también de una de las responsables de poner a este país en el mapa vitivinícola.
Los Cabernet Sauvignon se caracterizan por ser tintos con cuerpo cuya cantidad de taninos les permite su crianza en roble y posterior guarda. Aromáticamente se encuentran notas especiadas y a frutos rojos. Al ser añejados adquieren una mayor complejidad desarrollando notas especiadas y a pimientos, como consecuencia de la acción del compuesto químico piracina.
En el mercado nacional podemos encontrar una gran variedad de botellas que ensalzan las cualidades de esta cepa tan reconocida a nivel mundial.
Aunque sean tiempos difíciles no hay que dejar de encontrar excusas para descorchar un buen vino y brindar!
Salud!