Hace unos días, emprendedores de la provincia de Chubut consiguieron el reconocimiento otorgado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura ocupando de esta manera un lugar destacado en el mundo del vino.
Al noroeste de la provincia de Chubut se encuentra el Departamento Futaleufú donde Trevelin fue reconocida por el Instituto Nacional de Vitivinicultura como una Indicación Geográfica (IG).
En el año 2018 la Bodega Casa Yagüe presentó la propuesta y solicitud luego de realizar investigaciones de suelo, clima y análisis sensoriales de las vides que se producen en el valle de Trevelin.
Actualmente la zona cuenta con doce hectáreas de viñedos plantados, los cuales han sido identificados con características climáticas, geomorfológicas y edáficas propias del lugar, diferenciándola del resto.
Las Indicaciones Geográficas (IG) y Denominaciones de Origen (DO) constituyen herramientas que permiten diferenciar y hacer distinguible la calidad de un producto vinculada con su origen geográfico. Hasta no hace poco, en nuestro país, las mismas estaban trazadas por los límites políticos de más de un siglo de antigüedad y lejos estaba la palabra “terroir”.
Sin embargo, con la evolución y especialización que la industria vitivinícola tuvo en las últimas décadas, comenzar a preguntarse cómo el terroir podía influir en el producto final era parte del proceso. Las investigaciones demostraban que en una misma zona podía haber diferentes condiciones naturales; por lo tanto, crear una nueva metodología de diferenciación era fundamental para valorizar la producción nacional.
En definitiva la Indicación Geográfica representa un vínculo entre el producto y el lugar de origen, pues se presume que su/s cualidades provienen del medio geográfico en que se elaboran; una herramienta fundamental a la hora de construir una industria vitivinícola con identidad propia.
Ahora que Trevelin ha conseguido este reconocimiento, el desafío al que tienen que hacer frente, al igual que todos los años, es al frío.