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Los cafés y bares reclaman ayuda para evitar la quiebra masiva de sus locales.

La semana pasada, la Cámara de Cafés y Bares dio a conocer un petitorio de un programa de rescate para el sector, entre los que se incluye el recorte de impuestos y aportes patronales, así como también llegar a acuerdos con los sindicatos.

Con cien días de aislamiento social, preventivo y obligatorio, el colapso del sector gastronómico se está viendo día a día. En las últimas semanas, noticias como el cierre de la sucursal de La Parolaccia en Puerto Madero, Trapiche y el Rey del Vino; clásicos de la escena porteña, se convirtieron en titular de los portales informativos.

La Cámara de Cafés y Bares le ha propuesto al Gobierno un programa de rescate para evitar la continua quiebra de empresas del sector. Entre las medidas piden que se extiendan los beneficios del programa de asistencia al trabajo y la producción (ATP) hasta tres meses después del levantamiento total de la cuarentena; que se subsidie el 100% de sus boletas de servicios y hasta la refinanciación de deudas entre privados en planes de 60 cuotas.

Además que, una vez finalizado el aislamiento, se beneficie al sector con una reducción del IVA al 10,5%, más la exención de Ingresos Brutos y ABL durante un año, junto con la eliminación de contribuciones patronales por un año.

Cabe la pena recordar que días atrás la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (UTHGRA), quien nuclea a más de 50.000 establecimientos en todo el país, había solicitado al Gobierno Nacional la Ley de Emergencia Económica del Sector para poder salvarlo.

La industria hotelera-gastronómica emplea a más de 650.000 personas, con un incremento del 77% de los puestos de trabajo en los últimos quince años. Sin embargo, el  65% de los empresarios hoteleros y el 75% de los gastronómicos prevén el quiebre de su empresa si continúa la situación actual.