Hace años que las empanadas se convirtieron en un símbolo de la cultura nacional, al igual que el asado y las milanesas. Preguntas del tipo fritas o al horno? Con o sin pasas de uva? Aceitunas sí o no? Con papa o sin papas? entre otras, forman parte del folklore alrededor de elegir cuál es la verdadera empanada argentina.
“Especialidad que consiste en una masa de pan que admite toda clase de rellenos”, esa es la definición que ofrece el Larousse Gastronomique en relación a las empanadas, dejando un gran margen para la creatividad en relación a tipos de rellenos, masa y métodos de cocción.
Según historiadores culinarios, las primeras referencias a algo símil a la empanada se encuentran en Persia, hace más de 2000 años, donde en recetarios griegos estaban rellenas con carne de cordero. Este tipo de preparación tenía como objetivo conservar por mayor tiempo la carne molida junto a especias que resultaban, a su vez, sencillas de ser transportadas en largas distancias.
Luego de mucho periplo y modificaciones, la empanada llega al continente americano de la mano de los conquistadores y, como muchos de los platos de la conquista, fue resignificado de acuerdo a los ingredientes que cada uno de los territorios tenía a mano. Justamente con la abundancia de productos que nos caracteriza es que tantas variedades de empanadas nacieron a lo largo de la historia.
Para sistematizarlas y ordenarlas nació el primer mapa de las empanadas argentinas en el que se plasman cada una de las recetas más representativas de cada una de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires; información que se complementa junto a tradiciones gastronómicas, historias federales, costumbres locales y abriendo, como era de esperar, espacios para el debate a lo largo de nuestro territorio.
Agustín Mariano Giménez, Gonzalo Fernández Arocena y la productora Puken, dedicaron meses a investigar, visitar provincias y charlar con gente especializada en este plato.
El objetivo es desarrollar un lugar digital de pertenencia, apropiación y comunidad para que los argentinos y el resto del mundo puedan disfrutar de un espacio para compartir sus experiencias e ir construyendo en conjunto nuestra identidad gastronómica.