De acuerdo con los datos relevados por el IPCVA, durante los primeros días de mayo hubo una caída general en los precios en la Ciudad; sin embargo hay diferencias de hasta un 10% entre lo que paga el porteño y un vecino del Conurbano.
El Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna determinó que los precios de las carnes en los mostradores se han estabilizado después de semanas con grandes sobresaltos.
De acuerdo a los precios registrados en la semana del 20 al 24 de abril, en comparación a la medición realizada entre el 4 y 8 de mayo, se percibe una baja del 2,3%, con un precio promedio de $386,9. Los cortes donde se hace más evidente esta tendencia son: la carne picada (3,9%), el biche ancho (2,4%) y la tapa de nalga (2,3%).
Uno de los factores que puede explicar el salto de los precios y su posterior estabilización tirando a la baja, es la reducción en la demanda de este producto. A comienzos de la cuarentena obligatoria en una muestra analizada en la que participaron 1100 personas a nivel nacional, el 27% de las mismas buscaron comprar carne vacuna en cantidad para estoquearse.
Sin embargo, la Capital Federal presenta a la carne un 10% más cara que el valor promedio con el que se la comercializa en el AMBA. Según las investigaciones realizadas, es en el Gran Buenos Aires Sur donde se encuentra la carne más barata en estos momentos (un 4,61% más económica que el promedio de la región). Los cortes que han bajado con mayor velocidad son: la carnaza común (-2,5%), el bife ancho (-2,8%) y el bife angosto (-2,8%).
El monitoreo de los precios de la carne vacuna realizado por el IPCVA también analiza lo que está sucediendo con los precios en las diferentes cadenas de súper e hipermercados: según las muestras online, este tipo de venta es más económico que en las carnicerías. Mientras que en mayo el valor promedio registrado en éstas es de $386,9, en el caso de los supermercados el valor promedio es de $367,3.
Teniendo en cuenta que el consumo de carne vacuna en la Argentina cayó el año pasado al nivel más bajo de la última década, con un promedio de 51,2 kilos per cápita, habrá que ver cuáles serán las estadísticas que traerá el 2020.