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La costumbre china de mercados con animales vivos…

Según investigaciones de Daily Mail, los mercados chinos vuelven a comercializar animales salvajes sin que haya cambios en las regulaciones; este comercio fue el responsable del surgimiento de la pandemia conocida como coronavirus.

Para el paladar occidental pensar en carne de murciélago, gato, puercoespines, pangolines, crías de cocodrilo y serpientes, entre otros, puede resultar completamente imposible; sin embargo, en países como China, el consumo de estas carnes es parte de su alimentación cotidiana. Investigaciones internacionales han apuntado a que el brote del COVID-19 fue gestado en un mercado de Wuhan donde se comercializan todo tipo de animales vivos, sin ningún tipo de control y salubridad, los cuales son sacrificados in situ, debido a que la mayoría de los clientes prefieren la carne fresca, considerando que tiene mejor sabor y es más saludable. Luego de once semanas de confinamiento se han comenzado las tareas de desinfección y recogida de muestras de este foco infeccioso que ya ha dejado a más de 75.000 muertos y más de un millón de infectados en todo el mundo.

Desde hace años, conservacionistas y expertos en salud están alertando contra el comercio de vida silvestre en los mercados chinos y de otras regiones asiáticas; pero qué puede hacerse en una sociedad que se maneja bajo el lema: “En China se come todo lo que vuela menos los aviones, todo lo que nada menos los barcos y todo lo que tenga patas menos las mesas”.

Como consecuencia de la epidemia del SARS en el 2003 han mejorado las condiciones de estos zocos, estableciendo un sistema de licencias y prohibiendo la venta de animales de corral y otros animales en ciudades como Shanghai o Beijing. Aun así, ha crecido el apetito de los consumidores por animales salvajes, sea por sus usos medicinales así como también como muestra de estatus social. Y es que esta industria mueve gran cantidad de divisas, sobre todo en muchas zonas que no están favorecidas por el régimen.

Aunque el gobierno chino impuso una prohibición sobre los mercados de animales salvajes para el consumo humano, el comercio ilegal se ha trasladado a internet llegado a triplicar las ganancias superando los 50 millones de dólares. Las campañas digitales para evitar este tipo de ventas han logrado bloquear 17.000 cuentas que ofrecían unos 140.000 productos. Al mismo tiempo se han allanado viviendas y mercados improvisados para la venta de animales salvajes, deteniendo a casi 700 personas en tan sólo dos semanas.

La magnitud de estos operativos, a pesar del coronavirus y la falta de condiciones de salubridad, muestran que China tiene un largo camino por recorrer para dejar de lado esta costumbre que es parte de la idiosincrasia local.