Miscelánea Tendencias Gastronómicas

Nuevas investigaciones demuestran que desde hace más de 6000 años se consume leche de origen animal

Un grupo de arqueólogos de la Universidad de York han encontrado evidencias de consumo de leche animal en el período Paleolítico en placas dentales de restos arqueológicos. Se trata de la presencia de proteína beta lactoglobulina, característica de los animales rumiantes.

El grupo de arqueólogos ha encontrado una clara evidencia de consumo de leche animal en el período Neolítico en piezas dentales de un grupo de personas que habitaron en las zonas de Hambledon Hill, Hazleton North y Banbury Lane (Gran Bretaña). Todos ellos coincidían en tener en sus restos a la proteína beta lactoglobulina, presente en el suero de la leche de vaca, cabra, oveja, etc. Las mismas marcan la prueba del consumo de leche más antigua que se ha encontrado en el mundo, datada en unos 6.000 años de antigüedad.

Las placas dentales pueden proporcionar una visión privilegiada a la hora de estudiar las dietas que tenían los hombres prehistóricos. Ello se debe a que las diversas proteínas pueden quedar atrapadas en la placa dental luego de ser mineralizadas por los componentes de la saliva, dando lugar al sarro o mineralización de la placa bacteriana (una acumulación de microorganismos, saliva y restos alimenticios).

Este estudio es fundamental para refutar otras investigaciones que señalaban que los hombres de aquella época eran incapaces de digerir la lactosa de la leche. Futuras investigaciones buscarán explicar si existía algún patrón de consumo específico: cuánta era la cantidad, que segmento poblacional era el que más leche tomaba, si existía alguna relación con el sexo y la posición social que ocupaban, etc.

En qué momento de la evolución se inició el consumo de leche y productos lácteos? Cuándo hubo una mutación genética que permitió al hombre digerir la lactosa? Habrá que esperar a nuevas pruebas por parte de los científicos para resolver estas preguntas con más pruebas empíricas.