Miscelánea

San Valentín: haciendo el amor en la cocina

Hay muchos tipos de amores. Algunos son incipientes, otros legendarios, están los amores de resistencia, los amores urgentes y los amores contrariados. A cada forma de amor una celebración.

El día de San Valentín se coló hace un tiempo en el calendario local y brinda una opción para cada necesidad. Cuando el amor transita sus primeros días y la seducción marca la agenda, esta fecha es una prueba de fuego. El otro, ella o él, espera ser sorprendido en este juego. Las alternativas son infinitas, desde una cena íntima en casa con velas y buena música, hasta una salida romántica. Se puede pedir algún delivery diferente, salir a comer, hacer un picnic en una plaza o cocinar a cuatro manos. Para los que se atreven con esta última alternativa, dos propuestas sencillas:

Menú 1: Entrada: quesos y frutas secas o higos frescos. Principal: Pasta seca (penne rigatti) con salsa de frutos de mar. Postre: Chocolate amargo y frutillas frescas.

Procedimiento: Cortar los quesos y distribuir en una tabla con la frutas secas o los higos en cuartos. Cocinar la pasta al dente, escurrir y colocar en bols individuales para horno forrados en papel de aluminio y agregar un chorrito de aceite de oliva sobre la pasta. Aparte saltear tomates en cubos y luego los frutos de mar en oliva. Condimentar con sal y pimienta y volcar sobre la pasta. Cerrar el papel de aluminio y llevar al horno para calentar antes de servir. Para el postre armar una bandejita con tejas de chocolate amargo y acompañar con frutillas cortadas al medio.

Menú 2: Entrada: ensalada de hojas verdes y frutillas. Principal: Solomillo de cerdo marinado en aceto y miel con puré de berenjenas ahumadas. Postre: Ciruelas con crumble y canela con helado de crema americana. 

Procedimiento: lavar la variedad de hojas (rúcula, endivias, berros, albahaca…) y cortar frutillas en láminas finas y reservar 6 frutillas para procesar con aceite de oliva, aceto, sal y pimienta y usar la mezcla como condimento. Cortar la carne de cerdo en cubos y marinar en miel y aceto por una hora. Lavar las berenjenas y colocar sobre la hornalla con la llama fuerte. Ir girando a medida que se va quemando la piel. Una vez terminado este ahumado, llevar en una placa al horno, cubrir con aluminio y cocinar hasta que la pulpa se pueda extraer con una cuchara. Abrir al medio las berenjenas, retirar la pulpa, salpimentar y volcar en una sartén con aceite de sésamo y mover con una cuchara. Reservar. Cocinar en una sartén con oliva los cubos de solomillo, desglasar con vino y agregar la mezcla donde marinaron. Dejar reducir y agregar semillas de sésamo. Para el postre: untar una budinera con manteca, espolvorear con azúcar y agregar la ciruela cortada en gajos. Hacer dos o tres capas de ciruelas, espolvorear con azúcar y cubrir con crumbre hecho con azúcar, manteca, harina y canela. Cubrir toda la superficie y llevar a horno. Retirar cuando el crumble tome color y reservar a temperatura ambiente. Servir con cucharada de helado.