La iniciativa creada años atrás busca rendir tributo al producto que fue reconocido como “Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina”.
El dulce de leche es uno de los productos que no puede faltar en ningún hogar argentino: según las últimas estadísticas del sector, en la Argentina se producen 140.000 toneladas anuales y cada argentino consume 3,5 kilos al año. Por su versatilidad e inigualable sabor es uno de los ingredientes preferidos por los pasteleros. Lentamente, el dulce de leche está conquistando nuevos mercados, los principales compradores son Chile (27%), Brasil (26%), Estados Unidos (11%), Paraguay (11%), Bolivia (7%), España (8%), Reino Unido (4%) y Alemania (2%); países como Sudáfrica, Dubai, Filipinas y Japón, son los siguientes objetivos a desembarcar.
Como muchas de las historias detrás de los postres más importantes del mundo, el dulce de leche también nació como un accidente. Aunque hay muchas teorías detrás de su origen, la más conocida data del año 1829 cuando Rosas y Lavalle se reunieron para firmar el Pacto de Cañuelas. Según relatos de la época, una criada estaba en la estancia preparando la lechada (leche caliente con azúcar) con la que Rosas tomaba su tradicional mate. En ese momento, llega Lavalle tan cansado que se tira a dormir una siesta en la hamaca que pertenecía al dueño de la casa. Ante esta situación, la criada sale a buscar al guardia y olvida la mezcla que se estaba cocinando en la olla. Cuando regresa la preparación se había convertido en una pasta espesa y amarronada. Confesándole a Rosas su error, él decide probarlo; el gusto le resultó atractivo y lo comparte con Lavalle…el resto ya es historia.
Elaborados con leches de vacas Holando Argentino y Jersey, así como también de ovejas, cabras, búfalas; hay varios tipos de dulce de leche en el mercado: tradicional, familiar, repostero, alfajorero y versiones gourmet.
El asado, las empanadas, el mate y el dulce de leche, son parte del patrimonio cultural gastronómico nacional que llevamos a donde quiera que vayamos!