Desde hace unos años, la gastronomía peruana está experimentando un boom en su propia tierra: con más de 66 mil restaurantes que generan 320 mil empleos y más de 120 institutos de formación en cocina donde se capacitan más de 50 mil personas; la cocina peruana compite por ser una de las mejores del mundo.
Con dos restaurantes dentro del top 10 en los 50 Best World’s Restaurants (Central de Virgilio Martínez y Pía León en la sexta posición y Maido de Mitsuharu Tsumura en el décimo lugar), no sorprende que aproximadamente el 48% del turismo se haya visto atraído por su oferta gastronómica en primera instancia.
Su cocina gusta, seduce y conquista a millones de comensales en todo el mundo. Argentina no es la excepción y Buenos Aires, mucho menos: en nuestra ciudad nos encontramos con más de 200 restaurantes peruanos. El fenómeno, quizás, pueda ser explicado a través de factores demográficos: Buenos Aires alberga a la segunda mayor colina de inmigrantes de esta nacionalidad con más de 300.000 habitantes.
“Es un boom que debíamos explicar de alguna manera. Argentina no es un país limítrofe, no comparte materias primas, no tiene una cultura fuerte de consumo de pescados y mucho menos de pescado crudo y sin embargo hay muchísimos restaurantes peruanos”, detalla Paloma Olivier, ex presidente de AGAPERU (Asociación de Gastronomía Peruana en Argentina).
Con la llegada de los primeros peruanos a nuestras tierras, las pizarras rezaban “chicha”, “canchita”, “anticucho”, “mero a lo macho”, toda una jerga desconocida para los comensales locales. Una barrera que si bien no era física generaba una distancia muy difícil de flanquear. Su cocina había llegado a la ciudad de Buenos Aires, allá por los 90, para quedarse y acaparaba lentamente los barrios del Abasto, Almagro y Once principalmente. Pero el público era acotado: se limitaba a los propios coterráneos que bajo el influjo del uno a uno y la posibilidad de enviar dólares a su país, habían decidido probar suerte en la Argentina. Lentamente empezaron a aparecer los que se atrevían con el público porteño. El boom de la cocina peruana empezaba a ser noticia en todo el mundo y los consumidores locales no escapaban a la movida mundial. Los primeros restaurantes, nacidos al calor de la convertibilidad, empezaban lentamente a armar propuestas para capturar este incipiente público.
En la actualidad, hay restaurantes peruanos de todo tipo: están los populares, los que en Perú se conocen como pollerías, donde preparan pollo a las brasas, una especie de pollo al spiedo pero mucho más elaborado. Luego están los restaurantes medios que empezaron a aparecer en barrios alternativos como Congreso, Belgrano, Palermo; pero abundan también los de estilo gourmet y cocina de autor como La Mar de Gastón Acurio.
En más de veinte restaurantes porteños, del 19 al 26 de agosto se estará celebrando la segunda edición de Perú Week, acompañado por una campaña de promoción turística, con pasajes y paquetes a precios promocionales. Habrá opciones para todos los gustos: desde platos típicos como el ají de gallina, la causa limeña, el ceviche o las papas a la huancaína hasta cocina fusión y propuestas gourmet de las recetas peruanas.
A través del sitio de Perú Week, se podrá seleccionar a gusto la oferta gastronómica entre los siguientes restaurantes, que tendrán menús y precios especiales para estos días: 2020 Nikkei, La Catedral del Pisco, Chan Chan, Contigo Perú, El Angelito, Fabric Sushi, Inka Pasión Peruana, Itamae Sushi, La Causa Nikkei, La Mar, Las Palmeras, Mochica, Namida, Primavera Trujillana, Puerta del Inca, Quechua, Rawa, Sabor Norteño, Sipan, Tanta, Xilantro, Osaka.
Para más información www.peruweek.com.ar