Los orígenes de la plataforma creada por Martín Pérez se remontan a La India con el “meal sharing”, donde vecinos de la misma zona pueden comprar y vender comida entre ellos.
A diferencia de las plataformas como Rappi, Glovo o Pedidos Ya, los platos que están a la venta no están realizados por restaurantes o rotiserías, sino por cocineros profesionales o aficionados; de allí proviene el concepto de “comida casera” que podrá ser ofrecida en un radio de hasta cuatro kilómetros. El comensal podrá elegir que se lo entreguen o pasarlo a buscar al domicilio de particular de quien lo elaboró.
Pinny, cuenta con una inversión inicial de US$100 mil y la app (disponible para iOS y Android) ya tuvo pruebas con 800 personas que ofrecieron su comida casera y se entregaron unos 3 mil pedidos.
El plan de desembarco tendrá a La Plata como primer destino el día jueves con 200 “chefs” registrados. En Capital el servicio estará disponible desde los primeros días de septiembres con 800 cocineros y 500 repartidores dados de alta. Al Conurbano prevén llegar a fines del mismo mes con casi mil cocineros. Para fin de año, Córdoba, Mendoza, Rosario y Santa Fe, son los siguientes terrenos a conquistar.
“Todo empezó en octubre. Estaba solo, cocinando, y pensé que me encantaría compartir lo que estaba haciendo con alguien. Se me ocurrió así armar la app y me sorprendió la cantidad de gente que nos dijo en las redes sociales que la usaría. En especial, personas que quedaron fuera del mercado laboral y están ansiosos por emprender. Así que dejé todo, armé un equipo, creamos la plataforma, la pusimos a prueba, la perfeccionamos y ya tenemos todo listo para arrancar”, contó a Clarín Martín Pérez, el argentino que fundó Pinny y se presenta como su CEO.
El sistema admite que cada chef pueda publicar hasta 22 platos a la vez, al precio que considere; la plataforma se quedará con el 12,5% de cada venta. Igualmente, el precio promedio rondará entre $180 a $200, haciéndole competencia a los $220 promedios de los delivery tradicionales.
El lado B de la propuesta es que, «Pinny no es responsable de la sanidad o seguridad de los establecimientos en donde se preparan los platos y no verifica el cumplimiento de las leyes y normas legales aplicables a su preparación y habilitación», explican en sus términos y condiciones.
Habrá que estar pendiente a lo que suceda cuando, la primera app dedicada a la comida casera, comience oficialmente su actividad.