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Un trozo de Corea en BA

Día CoreaCincuenta años atrás llegó la inmigración coreana a la Argentina y con ellos sus tradiciones, su cultura y su gastronomía. Buenos Aires Celebra festeja el 50º Aniversario de esta inmigración. La cita es el domingo 20 de septiembre de 11 a 21 horas en Parque Chacabuco, Av. Asamblea y Hortiguera. Stands de comida, bandas musicales coreanas y locales, shows de fuegos artificiales en la zona donde estos inmigrantes encontraron cobijo hace media década.

 

En esos primeros años, donde los alimentos transatlánticos difícilmente cruzaban las fronteras esta comunidad se contentaba con los vegetales y frutas que reconocían de su tierra y recreaba con más voluntad que herramientas su cocina legendaria. Algunos japoneses y chinos, llegados en años anteriores, se habían ocupado de rescatar algunas materias primas y eso les permitía cierta aproximación.

 

Cincuenta años más tarde la situación es bien distinta. No sólo se consiguen muchos de estos productos originarios de la cocina coreana, sino que algunos ya se producen y cultivan en nuestro suelo.

 

Gabriel Pressello del Centro Cultural Coreano, revela algunos detalles de la llegada de esta comunidad: “en esa primera inmigración llegaron 13 familias coreanas por un acuerdo entre los gobiernos. La idea inicial era que se instalaran en Neuquén y que trabajaran la tierra, eran agricultores. Pero les fue pésimo, en parte por las dificultades de la región y en parte por las diferencias climáticas y de los suelos. Eso los trajo de regreso a Buenos Aires”.

 

Una vez en Buenos Aires se instalaron en la zona del bajo Flores, atraídos en parte por los valores más accesibles d ellas viviendas. La industria textil, en poco tiempo, se convirtió en su medio de vida, industria en la que todavía se desempeñan. En los 80 una segunda corriente inmigratoria reunió en la Argentina una comunidad de unos 40 mil coreanos, hoy habrá unos 25 mil que ya van por la segunda generación en el país.

 

Flores sigue siendo el barrio de Buenos Aires donde viven y trabajan. Allí encontramos la mayoría de restaurantes coreanos de la ciudad, muchos de ellos, a fuerza de costumbre, de exclusivo uso de los coreanos.”Muy concentrados en la zona de Flores y muy apuntados a la comunidad. Tanto que respetan su costumbre de cenar temprano y es frecuente escuchar que es más tradicional la cocina que se realiza acá que la que se hace hoy en Corea”, asegura Presello.

 

¿Qué se come?

 

Los supermercados de la zona del bajo Flores nos dan un pantallazo de la despensa coreana: Té verde y rojo, infusiones de gingseng, arroces, jengibre, hakusai (especie de repollo), aderezos de pescados, nabo, brotes de ajo, fideos de batata, algas, tofu, aceite de sésamo, pasta de porotos o maní y pan de arroz, entre otras tantas variedades.

 

El plato más emblemático coreano, la marca registrada que muchas cocinas del el mundo recrean es el Kimchi. Elaborado con el hakusai, se trata de un repollo fermentado con ají molido, cebolla y ajo. Tiene un sabor picante y salado y le adjudican la buena salud de los coreanos, dado que, dicen, fortalece su sistema inmune. La leyenda urbana cuenta que su ingesta los salvó de la no tan lejana gripe aviar. La certeza es que el Kimchi en 2013 fue declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad.

 

Corea se encuentra entre China y Japón y su cocina ha recibido la influencia de ambas naciones producto de las múltiples invasiones de los países vecinos. “La mayor influencia es de China sobre todo en la pintura y en la cerámica. En el 1500 los japoneses invaden Corea y secuestran cerca de 1500 ceramistas para robar técnica coreana de la cerámica”, cuenta Pressello. esta cerámica tan legendaria es con la que se producía históricamente el Kimchi.

 

David Chang es un joven cocinero de ascendencia coreana, el nació en Argentina pero sus padres llegaron al país en el 87. David cuenta que la cocina coreana tiene su raíz “en la época de los Tres Imperios, antes de ser una nación y es un desprendimiento de la cocina de la realeza. El Kimchi viene de una ténica milenaria de conservación donde este repollo con el que acompañábamos el arroz, necesitábamos poder guardarlo para la época de invierno. Se guardaban en vasijas de barro que se enterraban en la tierra. Al principio ese Kimchi era blanco y no era picante”. La invasión japonesa aportó con los pimientos el color rojo y los picores del Kimchi que se come hoy.

 

David describe otros platos de su cocina de origen y recomienda dónde comerlos: de las carnes marinadas están el Bolgogi (marinada dulce) y el Jaeyuk (marinada picante), otro clásico son las carnes que se cuecen en una plancha u hornito que llevan a la mesa que en general acompañan con variedad de vegetales y el infaltable Kimchi. Entre los restaurantes, siempre recordando los horarios tempraneros de las cenas, resultan buenos y muy fieles a la cocina coreana Yugane en Floresta y Huanga (Una Cancion Coreana) y Dangol en bajo Flores.

 

En Parque Chacabuco muchos de estos platos clásicos están disponibles para que conozcamos mucho más de esta cocina legendaria.

 

Más datos

 

Centro Cultural Coreano: Av. Coronel Díaz 2884

 

Día de Corea: Parque Chacabuco, Av. Asamblea y Hortiguera

 

Yugane (Lo de Yu) Helguera y Paez 3063 en Floresta

 

Dangol Balbastro y Carabobo

 

Hyanga (Una Canción Coreana) Av. Carabobo 1549

Día Corea

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