Cada rincón del local de la calle Arévalo recuerda un típico restaurante italiano. Las despensas cargadas de productos, para disfrutar en la mesa o llevar a casa: libros de cocina que describen las maravillas de los platos italianos, selección de grappas nacionales y extranjeras, frascos de Nutella y otros dulces, una gran colección de vinos argentinos, café Illy (el mismo que se sirve en la mesa), pasta seca Divella y De Cecco, y tantos otros productos que contribuyen a recrear el espíritu de la cocina que ofrece Donato de Santis.
La sala y la distribución de las mesas hacen lo propio. Son mesas pequeñas y muy juntas que denotan una comida rápida. El despacho hace lo propio y marcha los platos con diligencia. La carta, que hasta hace poco eran pequeñas pizarras que se renovaban día a día, hoy es más completa y descriptiva de la oferta. Brinda servicio de almuerzo y de merienda y la propuesta cambia en cada caso.
Para los almuerzos propone variedad de Antipasti donde juegan con buen criterio la combinación de vegetales. Entre las propuestas encontramos el Minestrone di verdura con uovo, una sopa de verduras con huevo y crostón; o las Gamberi con panceta, unos langostinos envueltos en panceta y acompañados por hojas frescas y pan crocante; también se puede optar por la Tarta rústica del Giorno ($89). Dos ensaladas aparecen como una opción posible para quienes buscan un almuerzo más liviano: Ave Césare con escamas de Sbrinz.
Los risottos ocupan una categoría aparte: está el Risotto Verde e Bianco, que sale mantecado al pesto genovés con queso brie y piñones (la propuesta varía semana a semana). Luego una selección de pasta: en Pasta Asciutta (pasta seca), trabajan con fideos De Cecco y los preparan con una salsa a base de hongos secos, frescos, panceta y salsa de tomate o con un ragú de ternera y salsa de tomate. En a pasta Ripiena destaca el Raviolone Nino Bergese al Tartufo, un raviol gigante sumergido en una crema infusionada con las trufas y relleno de ricota y espinaca con un corazón de yema de huevo orgánico. Un plato muy sabroso y recomendable.
También aparecen la Polenta y el plato de pesca y en un destacado Busecca a la Milanese (, un guiso Milanés de mondongo, porotos y perduras, ideal para combatir el invierno. Los postres también recrean la tradición italiana, abundante en cremas y dulzores: presentada como una mini cake está la Crostata de Mascarpone e pinoli, una tarta de queso mascarpone y ricota, con piñones tostados y salsa ligera de frutos rojos, o la Torta Caprese, de puro chocolate y almendras, entre otras propuestas entre las que no faltan el Tiramisu ($84), el Gelatto, el Canolo Siciliano Ripieno o la Sfogliatella Napoletana.
La carta de vinos está armada por varietales nacionales. Pasea por etiquetas que van de los vinos de Bodega Familia Gascón, Catena Zapata, Diamandés, Monteviejo, Zuccardi, Catena Vineyards, Bodega Altos las Hormigas y Familia Bianchi entre otros. Los precios van de los $90 a $ 8600, dependiendo de la etiqueta.
Las meriendas en lo de Donato proponen variedad de Colaziones: las clásica Paradiso a $58 o la del Contadino $89. Los almuerzos, si se incluye un principal, un postre, un café y una bebida rondan los $300. Cocina rica, mesas ajustadas y precio dulce.
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Cucina Paradiso: de lunes a Sábado de 9 a 20 hs
Arévalo 1538, Palermo, Bs. As.
Tel: 4770-9406