En la Argentina el 71 por ciento de los alimentos que llegan a nuestra mesa provienen del trabajo de pequeños productores. La cifra, extensiva a otros países, alcanza para determinar la importancia de este sector productivo y para que la FAO haya dispuesto el 2014 como el Año Internacional de la Agricultura Familiar.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) entendió la necesidad de darle una mayor visibilidad a la agricultura a pequeña escala y familiar, para fortalecer este recurso productivo. Este sector, de vital importancia tanto social como económica, es la garantía de un trabajo serio contra el hambre, la pobreza, la seguridad alimentaria, la nutrición, la gestión de los recursos naturales y del medio ambiente, la garantía de un desarrollo sostenible y el rescate y recupero de los alimentos tradicionales. Dentro del mismo se encuentran las actividades de tipo agrícola, ganadera, pesquera, forestal, de producción agroindustrial y artesanal, de recolección y turística.
En tiempos dónde las grandes metrópolis afianzan su atractivo, por la supuesta disponibilidad de recursos y de empleo, la puesta en valor del trabajo rural de los pequeños productores no es ya conveniente, sino necesaria. José Graziano da Silva, Director general de la FAO remarcó el fundamental papel de los agricultores familiares como parte de la agenda de desarrollo 2015 y el Reto del Hambre Cero y convocó a “ofrecer asistencia técnica y políticas que apoyen el aumento de la productividad de las granjas familiares; poner a su alcance tecnologías apropiadas; mejorar su acceso a la tierra y al agua, al crédito y a los mercados; y crear un entorno propicio para futuras inversiones”.
Según datos de la FAO más del 70 por ciento de la población mundial expuesta a la inseguridad alimentaria vive en zonas rurales de África, Asia, América Latina y el Cercano Oriente. Se trata mayormente de agricultores familiares, especialmente pequeños agricultores, con un acceso limitado a los recursos naturales, a las políticas y a las tecnologías. Estos agricultores están plenamente integrados a las culturas locales y gastan sus ingresos fundamentalmente en los mercados locales y regionales, lo que genera como respuesta inmediata, puestos de trabajo agrícolas y no agrícolas.
En el caso de la Argentina según datos del 2008 provistos por el Registro Nacional de Agricultura Familiar, estos trabajadores que producen el 71 por de nuestros alimentos, ocupan apenas el 13,5 por ciento de la superficie total de las explotaciones agropecuarias y representa apenas el 19,2 por ciento del valor generado por las producciones de este tipo. Por otra parte, el 87,3 por ciento del trabajo que se realiza en las explotaciones agropecuarias es cubierto por la familia; y el 53 por ciento del empleo en el sector agropecuario es aportado por los pequeños productores. Y sólo el 19 por ciento de la contratación de servicios de maquinaria agrícola es contratada por este sector, lo que marcaría el uso mayor de mano de obra para la realización de las tareas. Los resultados de este trabajo muestran además que estos pequeños productores tienen la capacidad de producir un 53 por ciento más por hectárea que los medianos y grandes productores.
Según datos del Censo Nacional Agropecuario del 2002 existían en ese momento en todo el territorio 251.116 agricultores familiares, que representaban el 75 por ciento del total de establecimientos, distribuidos en una superficie en hectáreas de 30.921.007, es decir un 18 por ciento de las superficie cultivada.
A pesar de que estas cifras describen un amplio sector productivo de fuerte incidencia en nuestra vida diaria, estos trabajadores viven mayoritariamente en condiciones de pobreza y marginalidad social, y encuentran muchas dificultades para acceder a los recursos productivos y para lograr una justa comercialización de sus productos. El mismo censo muestra claramente como hay mayor desarrollo de agriculturas familiares en las provincias menos favorecidas de nuestro país. Si en la provincia de Buenos Aires hay 33.653 productores que representan el 66 por ciento del total de productores, en Jujuy, con 8.341 agricultores familiares, la cifra representa 93 por ciento del total de productores.
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http://www.fao.org/family-farming-2014/home/es/