Si bien no es hoy una celebración culinaria su raíz estuvo estrictamente vinculada a lo gastronómico. En la etimología popular italiana –de donde proviene esta palabra- carnevale se hacía referencia al momento en que se podía comer carne, previo a la prescripción obligatoria que imponía la Cuaresma.
Si bien no existe una cocina propia del carnaval, si hay una serie de permisos que según la tradición tocan a estos días. Durante siglos el Carnaval fue una costumbre pagana de desenfreno a la que los fieles se volcaban y a la que la Iglesia consentía con poco entusiasmo. En el Viejo Mundo, donde surge originalmente la tradición, estas fiestas resultaban un desahogo para un pueblo que se despedía de los rigores y escasez del invierno, previo a las abstinencias de la cuaresma y la Semana Santa.
Como fuera, abundancia y desenfreno, eran la moneda corriente de estos festejos. Embutidos, cerdo, corderos, cocidos o pucheros con abundancia cárnica, panceta y otros excesos que en pocos días más no podrían comerse, eran la delicias de los pueblos en aquellos días.
Hoy la tradición se ha separado del rigor religioso y el Carnaval se ha convertido en un evento en sí mismo que adquiere distintas, formas dependiendo del pueblo que lo festeje. En la Argentina cada ciudad con tradición en esta celebración impone una forma propia. En algunas los platos típicos y la gastronomía tienen mayor relevancia, en otras son solo el acompañamiento clásico que corresponde a cualquier festejo.
En estas tierras tenemos festejos de Carnaval en Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Gualeguaychú, Lincoln, Goya, Misisones, Mar del Plata, Salta, Santa Elena –Entre Ríos-, General Pico –La Pampa-, Tilcara y Humahuaca.
Los de Buenos Aires adquieren la forma de murgas barriales rioplatenses que desfilan sus corsos de carnaval en diversos puntos de la ciudad; lo mismo ocurre con los de Mar del Plata, representados por los Corsos de los distintos Barrios. El de Corrientes que fue declarado Capital Nacional de Carnaval, celebra este año su 50 aniversario con sus clásicos Shows de Comparsas y desfile de carrozas. En esta línea se inscriben el Carnaval del Chaco, los de Goya, los de Entre Ríos, el de Gral. Pico, el de Santa Elena y el de Gualeguaychú con grandes desfiles y espectaculares trajes.
El Carnaval de Lincoln se destaca con el desfile de sus “cabezudos”, una tradición que comenzó en 1928 cuando se incorporó la realización de muñecos hechos en cartapesta. (ver en YouTube: Lincoln es carnaval 2013).
Los de Salta y de Tilcara y Humahuaca son los más tradicionales del país y tienen su origen hace más de cinco siglos. Los de Tilcara y Humahuaca particularmente, por esa mezcla entre la cultura hispánica y la de los pueblos precolombinos incluye muchos rituales vinculados con la tierra. Además de la música, los trajes y los bailes, la ingesta de comidas y bebidas de esos días busca recrear la tradición y honrar a la Pachamama.
Los Carnavales son hoy esos días de festejo donde la tradición religiosa y la fiesta pagana encuentran una nueva forma.
Más info
Carnavales: sábado 9, domingo 10, lunes 11(feriado) y martes 12 (feriado) aunque los en algunos casos los festejos comienzan sobre fines de enero y se prolongan por todo febrero.
www.carnaval-2013.com.ar