Por varias razones, todas de peso, esta sopa es perfecta para estos días de julio donde el frío invita a quedarnos en casa con algo rico que abrigue el alma y el estómago. Las calabazas y las naranjas están dulces y nos aportan vitaminas y nutrientes, el color es atractivo y el sabor fantástico. Un buen recurso es prepararla como entradita para una cena con amigos y servirla tibia en vasitos de shot, como los que se usan para el tequila.
Ingredientes
1 Calabaza grande
1 y 1/2 litro de caldo de verduras
Jugo de dos naranjas
Ramitas de tomillo fresco (una extra para decorar)
200 cc de crema de leche
Pimienta fresca c/n
Sal c/n
Aceite de oliva c/n
Preparación
Cortar la calabaza o el zapallo en cubos (cuanto más pequeños más rápida la cocción) y si se prefiere utilizar también la cáscara y las semillas. Saltear con una pizca de aceite de oliva, sal, pimienta y las ramitas de tomillo. Esto va a dar más sabor a la calabaza.
Cuando comience a dorar, agregar el caldo y dejar cocinar hasta que la calabaza quede como un puré. Agregar el jugo de las naranjas.
Retirar las ramitas de tomillo y dejar enfriar un rato.
Procesar todo con una minipimer. Ajustar condimentos y agregar la crema de leche.
Calentar antes de servir.
La podemos presentar en plato de sopa con una ramita de tomillo para decorar o con unos croutons de pan con un toque de oliva. Un plato sencillo y muy rico. Salute!!!
6 Comentarios
carmen
Muy buena la receta ya la estoy poniendo en practica. Siempre te escucho con Román
amparo
MUY RICA SOPA!!! Y SUPER RECONFORTANTE PARA ESTA EPOCA DEL AÑO. TAMBIEN PROBE AGREGANDOLE UN POCO DE JENGIBRE Y LECHE DE COCO, QUEDA FANTASTICA!
monica
Perfecta para el Día del Amigo. Así que a ponerla en práctica y ¡Salute!.
Mónica
monica
Gracias Carmen y saludos de parte de Román.
Mónica
Ana María
Me encanta escucharte, disfruto el honor que le hacen a tus recetas y sugerencias. Las uso casi todas, gracias!!! Saludos también a Román y equipo.
monica
Gracias Ana María: me encanta que lo disfrutes, la cocina conecta con cosas buenas. Saludos.
Mónica Albirzú